GAROÉ, EL ÁRBOL SAGRADO DE LOS
BIMBACHES
Se
conoce como “Garoé” al árbol venerado por los bimbaches, que eran
los antiguos habitantes de la isla de El Hierro (Islas Canarias) y que,
del mismo modo, se acabó convirtiendo en símbolo de la isla, de tal modo que en
su escudo puede contemplarse una
representación del mismo (un árbol cuya copa se encuentra rodeada por gotas de
agua que caen de diversas nubes).
Cuenta
la leyenda, recogida en las crónicas de la Conquista, que en El Hierro
existía un árbol de nombre Garoé que resultaba totalmente desconocido
para los españoles; se decía de él que sus grandes hojas podían recoger y
destilar por igual el agua que sobre él vertían las nieblas, de tal modo que no
existía más agua en El Hierro que la que emanaba de este Garoé. No era
de extrañar entonces que los bimbaches lo consideraran de origen divino y le
veneraban como tal, con verdadera adoración.
El
Garoé se encontraba en las inmediaciones de Tiñor, localizado justo en
una ladera continuamente expuesta a los vientos alisios y en torno a los mil
metros de altura sobre el nivel del mar. De gran tamaño, se sabe que su tronco
podía llegar a medir metro y medio de diámetro.
Cuando
los españoles llegaron a la isla, los bimbaches decidieron que debían
ocultarse su árbol sagrado y las cualidades que este tenía porque, si estos no
hallaban agua, la sed les haría regresar a la Península. Y lo cierto es que
estuvieron bien cerca de conseguir su objetivo, aunque lamentablemente al
final, Agarfa, una joven bimbache, cayó enamorada de un soldado andaluz
y, traicionando a su pueblo, lo condujo hasta el árbol y le reveló los secretos
del Garoé, de tal modo que los españoles descubrieron dónde hallar agua.
Tiempo
después, en el siglo XVII, se cuenta que fuertes vientos asolaron esta zona y
el Garoé fue arrancado brutalmente por ellos. Tras él, los bimbaches también
acabaron por desaparecer.
* Una vez disfrutado de la lectura, realiza los siguientes puntos:
1) Haz un resumen donde aparezcan solo las cosas más imporantes. Recueda que debe ser con tus propias palabras y no copiando fragmentos de texto, ¿ok?
2) Inventa tres preguntas con sentido y coherencia sobre lo leído en cada capítulo y cuyas respuestas estén en la lectura.
3) ¿Qué opinas acerca de lo que has leído? Explícate y expláyate con tus palabras.
4) Realiza un listado de 10 verbos, 10 sustantivos y 10 adjetivos que encuentres en la lectura. ¡Ánimo!
5) Para terminar, selecciona las 5 oraciones que tú quieras y analízalas sintácticamente (sujeto y predicado) y morfológicamente (verbo, sustantivo, adjetivo)
6) ¿Qué relaciones encuentras entre lo que has leído y las cosas que has dado, compartido y escuchado en las de sociales y naturales? ¿Crees posible relacionar algunos detalles?
1) Haz un resumen donde aparezcan solo las cosas más imporantes. Recueda que debe ser con tus propias palabras y no copiando fragmentos de texto, ¿ok?
2) Inventa tres preguntas con sentido y coherencia sobre lo leído en cada capítulo y cuyas respuestas estén en la lectura.
3) ¿Qué opinas acerca de lo que has leído? Explícate y expláyate con tus palabras.
4) Realiza un listado de 10 verbos, 10 sustantivos y 10 adjetivos que encuentres en la lectura. ¡Ánimo!
5) Para terminar, selecciona las 5 oraciones que tú quieras y analízalas sintácticamente (sujeto y predicado) y morfológicamente (verbo, sustantivo, adjetivo)
6) ¿Qué relaciones encuentras entre lo que has leído y las cosas que has dado, compartido y escuchado en las de sociales y naturales? ¿Crees posible relacionar algunos detalles?
LA LEYENDA DEL DRAGO MILENARIO
Cuenta
la leyenda que hace muchísimos años desembarcó la costa de Tenerife,
concretamente en la indómita playa de San Marcos, en Icod de
los Vinos, un mercader ansioso por adquirir «Sangre de Drago», muy preciada
en la época.
Pero he
aquí que al llegar a dicha playa, se fijó en unas jóvenes muchachas que se
divertían bañándose en aquella cálida tarde de verano. El mercader, de carácter
avaricioso, se propuso poseer a alguna de aquellas bellas guanches y se lanzó a perseguirlas.
Logró dar alcance a una y pensó en lo fácil que le había resultado. Pero no
reparó ni por un momento en la inteligente mirada de la doncella a quien tenía
cautiva.
Entonces
ella le ofreció, como muestra de amistad y de admiración, hermosos frutos
propios de la isla, frutos que parecían haber nacido en el Jardín de las
Hespérides. Tan complacido se sintió el confiado hombre, que se sentó a
comer cuanto ante él estaba dispuesto y no prestó la atención debida a la
astuta muchacha, que aprovechó para saltar al otro lado de un barranco cercano
con la agilidad propia de una gacela.
Se
escondió entonces entre los árboles mientras el confuso mercader intentaba
adivinar su silueta entre el denso bosque. De pronto apareció ante él un árbol
extraño y aterrador que, blandiendo sus ramas como espadas y cuyo tronco
serpenteaba amenazadoramente, protegía tras su asombrosa presencia a la
indefensa muchacha.
Dicen
que entonces el mercader, preso del terror, lanzó un arma afilada que llevaba
en la mano, la cual fue a clavarse en el tronco de aquel árbol. Y cuentan que
empezó a gotear de la herida producida un líquido rojo y denso que parecía
sangre. Ante tal visión el hombre, aturdido, huyó como alma que lleva el diablo
y, una vez pudo alcanzar su embarcación, se perdió mar adentro.
El drago
canario, Dracoena Draco o Draco Palma Canariensis, es un
impresionante árbol de ramas espesas cuyas hojas simulan afiladas espadas.
Especia longeva, su fama proviene de su peculiar resina, la cual es densa y del
color de la sangre. Venerado ya en tiempos de los romanos, esa llamativa
sustancia era considerada benefactora de la salud y por ello era ansiada por
todos.
Para
los guanches, aborígenes de las Islas Canarias
representaba la manifestación terrenal de un dios protector.
Por
otra parte, diversas teorías consideran que eran precisamente las Islas
Canarias lo que en épocas antiguas se conocía como el Jardín de las Hespérides en el
que un dragón de 100 cabezas protegía a las Hespérides, las tres hijas
de Atlas.
* Una vez disfrutado de la lectura, realiza las siguientes actividades:
1) Haz un resumen donde aparezcan solo las cosas más imporantes. Recueda que debe ser con tus propias palabras y no copiando fragmentos de texto, ¿ok?
2) Inventa tres preguntas con sentido y coherencia sobre lo leído en cada capítulo y cuyas respuestas estén en la lectura.
3) ¿Qué opinas acerca de lo que has leído? Explícate y expláyate con tus palabras.
4) Realiza un listado de 10 verbos, 10 sustantivos y 10 adjetivos que encuentres en la lectura. ¡Ánimo!
5) Para terminar, selecciona las 5 oraciones que tú quieras y analízalas sintácticamente (sujeto y predicado) y morfológicamente (verbo, sustantivo, adjetivo)
6) ¿Qué relaciones encuentras entre lo que has leído y las cosas que has dado, compartido y escuchado en las de sociales y naturales? ¿Crees posible relacionar algunos detalles?
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